“Escuchad, cielos, y hablaré;
Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
Destilará como el rocío mi razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba;
Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios.”
Deuteronomio 32:1-3
Escuchemos y delitémonos en Él, en Su Palabra.