Me encanta el aroma de los sábados. Hoy desperté y el aroma en el jardín era uno inigualable, la tierra húmeda, la lavanda y las gardenias desprendiendo su dulce fragancia; el viento soplaba como un ligero murmullo.
Preparé un rico café, negro, fuerte y unos panquecitos de naranja y moras.
La cocina también se impregnó de un dulce aroma, el aroma de los sábados.
Mi marido y yo salimos a tomar una taza de café al jardín, y el momento se convirtió en uno mágico. La conversación me animó. Su compañía me llenó. Sus palabras me recordaron que Dios cuida de nosotros y en silencio, en mi corazón , a su lado agradecí al Señor por darme a este hombre, por los sábados, por poder detenernos a disfrutar del fruto del trabajo de sus manos tomando una rica taza de café y un panquecito.
¡El aroma de los sábados me encanta!
Que bueno tener una hija asi… Te amo, tu papá
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que ganas de estar alli!Ali
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LOS AMO!!!
Becky
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