Dicen que nos parecemos, yo sonrío, y digo “No, ella es más bonita”. Por adentro tiemblo.
Tiemblo porque veo mi persona, con tantas fallas, con tantas actitudes que no deberían de estar; oigo mi diálogo y me quiebro; ella me está oyendo.
Ella viene y se recuesta en mi. Intercambiamos miradas, un beso, la veo y me veo.
Por adentro tiemblo.
Y ¿todo es Gracia? Sí, eso creo. Creo que dónde abunda el pecado, abunda la gracia. Creo que cuando fallo y soy débil, Él es fuerte.
La veo, me veo, y veo Gracia.
Delicias a Tu Diestra Para Siempre 
Veo algo asi con mis hijos tambien, Becky. Aunque son varones, nos parecemos uno a otro. Y escucho mi voz en sus palabras — por bueno o mal. Ellos lo escuchen tambien. Gracias a Dios que El puede obrar a pesar de nuestras fallas y Su poder se magnifica en el medio de nuestras debilidades.
A veces me pregunto que pensaba El en dar a nosotros humanos la responsibilidad de crianza los hijos. 🙂
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